
“La Virgen del Valle es del Pueblo”

on frecuencia oímos decir:” cuidado y le tocan la Virgen del Valle, a los valleros”. “No se metan en problemas, hablen, peleen, critiquen, pero no se metan con a la Virgen del Valle”. Expresiones venida de la propia gente, de los feligreses, devotos de La Virgen del Valle, de los hijos de la Virgen Madre, bajo la advocación de la Virgen del Valle; todo ello para denotar el valor, la importancia, LO SAGRADO, lo que representa, y significa esa imagen, toda esa fe puesta en La Virgen, para un pueblo que ha nacido, crecido y desarrollado con su Virgen. Que la hizo suya: La Virgen del Valle del Espíritu Santo.
Un tesoro hecho fe, esperanza, sufrimiento, alegría llanto, lágrima, emoción, expectativa, amor, y comprensión. La perla más preciosa. Porque La Virgen del Valle representa para nosotros TODO. Toda la fuerza, creencia, toda la energía y confianza puesta en su GRANDEZA, en lo que ha significado para muchas generaciones desde su llegada a estas tierras por allá por los años 1530.Desde ese entonces, y hasta nuestros días muchas generaciones, mujeres, hombres, niños, personas de todas las edades han depositado un gran amor, una gran devoción: ALGO GRANDE QUE GUÍA EL PENSAR Y ACTUAR DE MUCHOS, que ha estado por encima de los propios religiosos, y religiosas, de los que han tomado el camino de representar a Cristo en la tierra; tomaron su evangelio y llevan la palabra de Dios. Testimonio cristiano; una gran evangelizadora, y una razón para ser mejores cada día.
El amor que siente el niño, el joven. Estudiante, obrero, ama de casa, profesional, supera cualquier entrega, se ha elevado por encima de cualquier rezo, oración, por encima de la misma enseñanza de la iglesia. Ella, la Iglesia y nosotros, todos hemos sido beneficiados con su presencia. Un regalo de Dios. Las muestras de dolor, el sufrimiento, la alegría experimentada, la fuerza, lo logrado, esa entrega del pueblo, de sus hijos, no tiene palabras, es algo indescriptible. Los hijos de la Virgen del Valle, a lo largo del tiempo han cultivado ese amor por La Virgen, convirtiéndolo en el mayor símbolo de fe de los margariteños, neoespartanos y de muchos “navegaos”, que han entendido este hecho como una gran fortaleza del pueblo.
La Virgen está en una iglesia, en un nicho, en una basílica, en un espacio físico, medalla, afiche, cadena, llavero, pero la internalización que han hechos sus devotos, su pueblo, sus habitantes, es grandioso. La gente que la invoca, la venera, la tiene presente en toda circunstancia, en cada momento, está por encima de cualquiera otra realidad. En el gran altar de su pensamiento, en la mente, corazón, y en el alma de sus creyentes. La Virgen del Valle no es EXCLUSIVA de la Iglesia, ni de los sacerdotes, ni de ningún obispo, es de quien la tiene presente en su mente, en el corazón, es el del que la lleva a todas partes, la exclama en los momentos más trascendentales de su vida. La familia cochense, margariteña, los neoespartanos, hemos crecido con esa creencia, con esa fe, es parte de nuestras vidas. Es un hecho cultural-histórico, que rebasa cualquier interpretación. Que forma parte de nuestra esencia y nada, ni nadie podrá arrebatarnos, separarnos de esa fe puesta en su imagen, en su culto a lo largo del tiempo.
La Virgen del Valle es de ese pueblo humilde, sufrido, honesto, trabajador, paciente, luchador, de esa comunidad que tiene todas sus esperanzas puestas en ella, y que se encomienda cada día a su presencia, se arropa bajo su manto, la implora a cada instante. Ella es del pueblo que se beneficia de sus bendiciones, de su bondad, de esa gente que le reza, la quiere y la adora siempre. La Virgen del Valle es de sus hijos, de esos que siempre han estado a su lado, los que sufren, los que se alegran, los que reciban en ese MILAGRO, protección, bendiciones, su presencia… La Virgen del Valle es de la Madre , abuelita, padres, que solicitan su intermediación para que a sus hijos, nietos no les pase nada, les vaya bien en el viaje, los estudios, el trabajo, para que proteja siempre a su familia. La Virgen del Valle es de ese pueblo, de esos hijos que en silencio rezan, le piden, dan gracias, solicitan su favor, esa compañía; de los que le piden que no le dejen solo, que no los abandonen. Y le dan gracias cada día por contar con una Madre buena.¡ La Virgen del Valle es del pueblo!
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