La
capital de la parroquia Aguirre, es un valle de unos 15 kilómetros
cuadrados, y se cuenta entre los pueblos más antiguos de la isla.
Su
ubicación entre Porlamar, el centro comercial por exclencia de
Margarita, La Asunción, capital del estado Nueva Esparta, y Pampatar,
anteriormente principal puerto internacional y de cabotaje de Margarita,
hace del pueblo de Los Robles uno de los lugares más privilegiados de
la geografía insular.
De
esta población no existen evidencias de cuándo fue fundado, por lo que
se afirma que no posee partida de nacimiento. El fallecido Antonio
Franco, en el prólogo del libro «Antología documental de Los Robles»,
autoría de Nicanor Navarro, señala que «eso hace suponer que su
desarrollo como comunidad organizada, aparte de ser incidental y espontáneo,
fue un proceso lento, en el cual intervinieron como factores
determinantes su estratégica ubicación dentro de la geografía
margariteña y la topografía del terreno donde tiene asiento».
Franco
refiere que este valle estaba cercado por un cinturón de cerros, entre
los cuales destacan, por el papel que tuvieron en la evolución y
consolidación de la comunidad roblera el cerro de Las Cabras, la
Ermita, Boquerón, La Sabaneta, y otros más que proporcionaron
materiales para la edificación de las primeras viviendas. «Casi nada
nos queda de lo que fuimos... Porque hasta La Ermita, Boquerón y el
Cerro de Las Cabras nos lo ha ido quitando a pedazos el frenesí
destructivo de la sociedad consumista y depredadora en que estamos
viviendo».
De
ese pasado queda en pie la Iglesia, asiento de la fe cristiana y morada
de la Virgen del Pilar, símbolo cultural que identifica y une al
roblero, quienes la mencionan con orgullo en casi todas sus
conversaciones.
En
su antología, Nicanor Navarro, actual cronista de la entidad, explica
que Los Robles, capital de la parroquia Aguirre, antiguamente municipio,
llamado también El Pilar, es un valle de unos 15 kilómetros cuadrados,
enclavados entre colinas de muy bajas alturas y de vegetación xerófila,
y se cuenta entre los pueblos más antiguos de la Isla.
Patente
de los robleros
Es
admirable el fervor de los nativos de Los Robles por su virgen, quienes
todos los 12 de octubre se congregan en la plaza de la localidad para
rendirle homenaje, ya que esa fue la fecha en que llegó al pueblo
Cuenta
el señor Pedro Navarro que una imagen pequeña de oro de Nuestra Señora
del Pilar fue traída por un español enviado por la reina Juana La
Loca, quien desembarcó en el puerto de Moreno, subió el cerro La
Ermita y por allí bajó al poblado de Los Robles donde se consiguió
con unos indígenas guaiqueríes a quienes se las entregó, diciéndoles
que tenía la orden de regalarla en el primer pueblo que encontrara al
tocar tierra en Venezuela.
«Eso
fue el 12 de octubre de 1818, según una teja que pusieron los españoles
en la iglesia y que se consiguió tiempo después cuando se hicieron
trabajos de reparación del techo», indicó Navarro, quien asegura que
la Virgen de Oro sí existe, y está en custodia de su familia, quienes
todos los años las sacan en sus festividades para que sus devotos la
admiren y luego la vuelven a guardar.
«La
imagen como tal es pequeña, lo grande es el busto», señaló el señor
Pedro, quien con orgullo refiere que «ésa es la patente que tenemos
los robleros como un recuerdo de Juana La Loca».
Ese
fervor religioso está compartido con su copatrono, San Judas Tadeo. «La
imagen fue donada por la negra Ávila, hermana de Rafael Ávila, quien
tenía una hermana religiosa en España y en uno de sus viajes a
Zaragoza trajo el santo y lo donó al pueblo».
Con
el paso de los años, Los Robles ha adquirido gran notoriedad y muchos
de sus hijos han ocupado cargos relevantes a nivel regional y nacional,
e incluso han traspasado las fronteras venezolanas para ampliar su
formación personal e intelectual.
Entre
ellos se cuentan concejales, alcaldes, gobernadores, diputados
regionales y nacionales, profesionales de diversas áreas, cronistas,
entre otros, quienes inspirados en la tranquilidad que transmite los
frondosos árboles y los cerros que rodean a la localidad, y con la
Virgen del Pilar como guía principal, se forjan día a día nuevos
ideales que contribuyan aún más al desarrollo de Los Robles.
|