Todo aquel que se ha extasiado de la belleza acogedora e
impactante de Margarita, Coche y Cubagua, prodigiosas islas del Caribe
Mar, se habrán dado cuenta que sueñan y rezan unidas por un progreso
con su impresionante naturaleza que son acariciadas por residentes y
turistas que se sumergen en sus inmensos mares verdiazules y en la
belleza contagiante de sus pueblos donde palpitan sus corazones con el
cariño, afecto y la gran hospitalidad del margariteño y el cochense
que cobijado con la húmeda brisa marina esperan ansiosos la presencia
de los turistas para mostrarles sus atractivos y la innata creatividad
de sus hombres y mujeres, que no son más que hondas manifestaciones a
flor de labios. En ellas
tienen su asiento hombres probos e inteligentes que asediados por su
belleza se inspiran para crear prodigiosas obras poéticas, temas
literarios, coplas, prosas, canciones y cantos de diversiones que nacen
de estos encantadores terruños, lugares divinamente
“confeccionados” por la naturaleza para darles más auge turístico
a estas islas tanto a nivel nacional como internacional.
Hoy en día, la Isla de Coche busca afanosamente su auge económico
y turístico, aprovechando las bondades de la naturaleza, de sus
encantadoras playas y que, con el establecimiento de acogedores hoteles,
reciben la visita de turistas todo el tiempo, quizás aupando la
extraordinaria belleza de su hermandad con la Isla de Margarita y la
histórica Isla de Cubagua, Nueva Cádiz, su capital se sumergió en el
mar, lo que hizo posible que sus habitantes emigraran hacia la Isla de
Margarita, trayendo consigo a la bella y sagrada imagen de la Virgen del
Valle, Patrona del Oriente y de la Armada Venezolana. Hoy Cubagua
observa silenciosamente el progreso de sus islas hermanas, esperando que
algún día a ella también se le tome en cuenta para el desarrollo del
país.
De ella Alfredo Boulton nos dice: “Isla rica, cuba-goa,
cuagoa, Cubagua es el primer sello de Habsburgo y Castilla violentamente
estampado en el saqueo americano”. También el eminente escritor
Arturo Uslar Pietri, en su obra titulada “Tierra Venezolana” decía
lo siguiente: “Primero Cubagua y después Margarita han sido los
centros de atracción de los aventureros... La Margarita es lo más azul
y límpido del Mar Caribe, es como el compendio de todo lo mejor y más
hermoso de la tierra venezolana... Los margariteños sienten que viven
con Dios como viven con el mar. Son tan abiertos, acogedores y generosos
como sus árboles. Y como nos dice el cantautor margariteño Perucho
Aguirre: “Margarita ha sido la buena mujer que ha parido al hijo pródigo”.
Para darles una idea de lo grandioso de estas islas nos
sumergimos en un poema escrito por Federico Guillermo Klinkert, titulado
“Pueblo y Hombre”, donde en uno de sus párrafos nos dice: “Mi
pueblo margariteño/ con su afecto y sus quimeras.../ llama encendida
mantiene/ en su Margarita-perla/. A su Coche llevo adentro y Cubagua lo
desvela/ cuando lo hiere el recuerdo/ y la traición a su tierra. No es
pueblo que se amilana cuando la vida se enreda/ o cuando la muerte
encalla/ en un barco o un
poema.
En toda la geografía margariteña se siente su bello
folklore desde el punto de vista material, social y espiritual que se
conjugan con una amplia sensibilidad y hospitalidad. A medida que
transcurre el tiempo su proyección cultural se acentúa con el gran
impulso que le han dado sus artistas que en todas las facetas de la
creación y de la intelectualidad han puesto muy en alto este romance de
olas de mar, montañas y ríos, perlas y corales, atarrayas, botes,
bellos atardeceres, tranquilas y oceánicas playas, cocoteros, veleros
de mar, pescadores, galerones, fulías, sabana blanca, malagueña, gaita
y punto y llanto. Y Margarita lloraría si todo esto se le fuera de sus
manos, como también lo haría si sus hijos dejaran sucumbir sus
costumbres familiares, sus fiestas patronales en cada uno de sus
pueblos, la Semana Santa, las Fiestas de San Juan, del Cristo del Buen
Viaje, las Fiestas de San Pedro en la Isla de Coche, las festividades
carnestolendas, las diversiones populares, los velorios de cruz, las
faenas de sus orfebres, de sus hacedores de cestería, de cerámicas, de
hamacas y de chinchorros; pero en sí, lo que más le dolería es que se
pierda la fe en la Virgen del Valle y que sus hijos no la veneren
durante todo el año y de manera especial el 8 de septiembre cuando se
celebra el día de la Virgen y cuando todo el Valle del Espíritu Santo
se llena de regocijo por la visita de sus creyentes. Por eso tenemos que
decir como Federico Guillermo Klinkert: “hoy el mar es mi camino/ y lo
azul es mi destino y si Margarita muere. ¡Pues moriremos contigo!. Y es
precisamente aquí donde queríamos llegar para connotar, a todos
ustedes, que Margarita, Coche y Cubagua, rezan unidas ante la mirada
protectora de la Virgen del Valle en un solo efecto, devoción y
respeto, por su progreso. Un progreso que hace posible que el turista
disfrute plena y plácidamente de los atractivos naturales y culturales
de estas islas que escriben la historia del glorioso pueblo
neoespartano.
|