Según
los óleos de la época, Santiago Mariño fue un hombre de
gallarda apostura, desde muy joven, ya mostraba valentía y era
partidario de la libertad de su Patria, de ancestros nobles, a
temprana edad poseía una sólida cultura y formación,
condiciones indispensables entre los elegidos, conocedores de la
visión de su destino, de su región y del mundo.
Junto
con su hermana Concepción Mariño se unen a los patriotas
recibiendo a los 22 años el grado de capitán por su lucha en
Guayana bajo el mando de Villapol, fue tal su valentía, que para
1812, cuando la Capitulación, era nombrado coronel a los 24
años. El 11 de enero de 1813 un puñado de jóvenes valientes, en
su mayoría margariteños, parten de Chacachacare para sorprender
y tomar la población de Güiria y en su camino se les unió
aquella población y muchas más del Oriente de país, llegándose
a conformar un regular batallón que a fuerza de espadas y
machetes ayudaría a Bolívar con su triunfo en las postrimerías
de su Campaña Admirable cuando estaba acorralado en el sitio de
San Mateo, en ese acto, el ejército de Mariño fue reconocido por
Simón Bolívar.
Vencedor
de las batallas de Guiriorapa, Maturín, Carúpano y Cumaná, en
el año 1814 derrota a Boves en la Batalla de Boca Chica y en
seguida, los fieles hombres del ejército Libertadores de Oriente,
se vuelven a unir a las fuerzas de Bolívar en La Victoria y en la
I Batalla de Carabobo.
Cuando
sufren la terrible derrota en la Batalla de La Puerta, Bolívar y
Mariño, proscritos hasta de sus amigos, huyen juntos
refugiándose en el Oriente, por donde logran salir mucho
después, del país.
En
1816 regresan a Venezuela con la famosa Expedición de Los Cayos,
llegando primeramente a Margarita, tierra siempre libre, donde fue
nombrado Santiago Mariño, en asamblea memorable, Segundo Jefe de
la República. Le siguieron grandes huestes de hombres aguerridos,
fieles seguidores del general margariteño, aumentando su
prestigio en Oriente, que fue inmenso.
En
1819 derrotó en la Batalla de Cantaura al coronel Aranda y ese
mismo año fue electo delegado al Congreso de Angostura. En aquel
entonces, apoya la postura de los generales rebeldes Manuel Piar y
Bermúdez, quienes más tarde, desconocerían la autoridad del
Libertador. Bolívar con Mariño, tuvo serias discusiones verbales
y por cartas, pero éstas no llegaron a tan graves consecuencias
por el cariño, respeto y admiración que se tenían ambos
generales, tanto es así, que cuando el Libertador llega a Oriente
buscando la unión de todas sus fuerzas, manda a buscar a Mariño,
que acaba de desconocerlo, y lo abraza públicamente, nombrándolo
Jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador. Con ese grado
participa en la gloriosa Batalla de Carabobo, llevando ahora el
estandarte victorioso de su ejército los Libertadores de Oriente.
Fue
siempre protagonista de una agitada vida política que lo
llevaría al exilio en repetidas ocasiones, apoyó al general
Páez en sus intenciones separatistas con la Gran Colombia, para
después adversarlo a la muerte de Bolívar.
A
Santiago Mariño le reconoce la historia, el haber sido la primera
voz en levantarse en defensa de nuestro Libertador Simón
Bolívar, su tesonera lucha para pedir justicia y honores para
nuestro Libertador, su incansable rebeldía para reclamar honores
a su nombre y a su gloria, restituyeron a Bolívar en el sitial de
honor del Padre de La Patria.