Secciones fijas

  Reportaje

José Francisco Suárez


Margarita y su imponente Virgen del Valle

Sin duda alguna que Margarita, la otrora Isla de las Perlas, es una tierra radiante de sol y de mar, de historia, leyendas y tradiciones y, al mismo tiempo, es una tierra prodigiosa porque en ella se agiganta la fe de sus pobladores y visitantes ante la sagrada, milagrosa e imponente majestad de nuestra venerada Virgen del Valle que es la imagen más antigua de las devotas imágenes de nuestra señora recordada en el territorio venezolano.

Sobre su presencia en la isla de Margarita muchos escritores e historiadores afirman que aún se desconoce la fecha exacta en que la Patrona del Oriente y de la Armada Venezolana arribó a la isla de Margarita. Algunos estudiosos aseguran que la Virgen del Valle llegó a Cubagua, antigua Nueva Cádiz en 1518, procedente de algún pueblo de Andalucía. Otros aseguran que su arribo no ha sido definido, tampoco su traslado a la isla de Margarita, pero presumen que debió ser a más tardar en 1542, luego que el ciclón del 25 de diciembre de 1541 devastara a esa ciudad.

Lo cierto es que desde que se conoce su existencia en el Oriente del país son muchísimos los mortales que han recibido el don de su gracia y su protección.

No hay un ser humano en Margarita y en el Oriente del país que no le implore a ésta imagen que se cobija en la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle y donde acuden sus creyentes todo el año y sobre todo, durante el mes de septiembre, con motivo de sus fiestas patronales que con mucha fe entusiasmo y alegría se celebran desde el 1ro. al 15 de septiembre, donde se citan pescadores, marinos y miles de devotos para rendirle tributo por los favores recibidos.

No cabe duda que nuestros visitantes antes de disfrutar de las bondades que les ofrece Margarita, prefieren y les nace del corazón trasladarse a la pintoresca población de El Valle del Espíritu Santo para implorarle a su santa patrona el bienestar para familiares y amigos y para que les permita disfrutar de unas merecidas y felices vacaciones en esta tierra de gracia sin ningún tipo de contratiempo sino todo lo contrario, unos momentos muy agradables llenos de sol y de mar, de visitas a sitios históricos, culturales, religiosos y turísticos que les permita empaparse de la heroica historia de esta tierra legendaria que siempre se ha hecho a sabor de sangrientas batallas, de historia, de música y poemas a través de hombres que con su valor y tesón la han convertido ante la mirada de propios y extraños como la tierra prodigiosa del turismo del Caribe mar.


Historias de la Virgen del Valle

En los tiempos en que los isleños no tenían ni el turismo ni el puerto libre, había un capitán, que se arriesgaba con su tripulación y un viejo barquichuelo tres puños, buscando la entrada al Delta por las peligrosas bocas, donde esperan las rocas vigilantes de un peñón llamado El Soldado, para guiarse hacia otro islote de rocas y penetrar al Orinoco por el ancho Macarao.

Grandes navegantes de ancestros guaiqueríes eran estos hombres, que no sólo se aventuraban a cruzar la Hoya del Atlántico en pequeñas embarcaciones a vela, enfrentándose con cardúmenes de atunes y ballenas, sino que remontaban peligrosas corrientes continentales llegando con sus peñeros a lugares de selva y caimanes, haciendo amistad y comercio con sus feroces habitantes.

Venían principalmente a buscar el famoso maíz deltano, que durante años hizo industrias y su semilla fue exitosamente cosechada, estableciéndose un importante comercio fluvial de ese fruto que dio origen y sostuvo a la raza americana.

Vendían también el guatapanare, cuya tinta indeleble, era muy solicitada para la escritura, el papelón, el chaco, el cautaro, como alabastro, el aceite de coco, y el célebre aguardiente que producían los alambiques de las faldas del Matasiete.

Un día, los sorprendió una tempestad que botó los barriles y se los llevó a alta mar, después de tres días sin comer ni beber, y ya con la mar más en calma, sacó un marinero un balde y lo tiró al agua invocando a la Virgen del Valle, su Salvadora, y dicen que lo sacó rebosante de agua dulce, de una corriente que pasaba milagrosamente por el medio del mar.

Esa misma gente, se hizo famosa y próspera, porque hicieron numerosos viajes, siendo muy respetados en sus negocios, porque comprometieron muchas veces el pago de sus viajes, que nunca dejaron de cumplir, con el único fiador de una promesa o juramento hechos en nombre de su venerada Virgen del Valle.


Himno a la Virgen del Valle

Letra de José Sixto Cedeño y música de Cruz M. Fermín

 

Coro

Prez y gloria a la Virgen Sagrada

que de El Valle do reina el dolor

a la excelsa y divina morada

surgió en alas de célico amor.

 

Estrofas

De terribles martirios emblema

circundada de célica luz

en su áurea y hermosa diadema

brilla enhiesta y serene la cruz.

 

La ama el nauta que el mar atraviesa

y el labriego en su pobre heredad,

los que luchan con brava entereza,

los que sufren con blanda humildad.

 

El fulgor de su lumbre destella

a través de las nubes y el viento

ora véspero o alba, es la estrella

mas radiante del vasto elemento.

 

Es el huérfano triste, clemencia;

del dolor del proscrito, templanza;

es del niño, la blanca inocencia;

del anciano, la dulce esperanza.

 

Y del ser infeliz del presito

extrañado de humano consuelo,

es el faro inocente y bendito

que lo enrumba camino del cielo.

 

Caridad es tu nombre más bello,

fe circunda tu trono de luz,

la esperanza te da en un destello

el amor divinal de Jesús.

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